«Toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo». Eso es el maltrato infantil, según la Convención de los Derechos del Niño. La normativa vigente en Andalucía recoge cuatro tipos de éste: el físico, el psicológico/emocional, la negligencia o abandono físico/cognitivo, y la violencia sexual. De acuerdo a lo reflejado en un informe titulado «Maltrato Infantil», de la Serie «Cifras y datos» y editado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta, los datos sobre este asunto de los que se dispone son «bastante escasos» y no permiten «extrapolar la cantidad real de niños, niñas y adolescentes víctimas de maltrato», al conocerse, en esencia, lo que se notifica a las administraciones públicas, está ligado, por tanto, al funcionamiento de los registros. Con todo, se trata de información fiable y de la que se extrae una clara conclusión: es una lacra creciente desde 2015 hasta la actualidad.
|